El suelo de solera de hormigón para llegar por la muralla a la torre Espantaperros está desgastado y deja muchas irregularidades, con grava visible y es fácil que tropiecen en él los visitantes
A pesar de ser una inversión testimonial, lleva muchos meses sin solucionarse y eso que se trata del monumento más visitado de la ciudad
Recorrer el adarve hasta la torre de Espantaperros no es todo lo seguro que debiera. El firme de solera de hormigón está deteriorado, bien por desgaste (ante también una más que probable mala calidad del material), bien por las inclemencias del tiempo. Un camino que en la actualidad presenta unas irregularidades fácilmente subsanables, echando unas cuantas paladas de hormigón con una buena terminación. Es un recorrido corto como todo el mundo conoce, que solo cambia cuando se llega a la altura de las torres, entre ellas la torre Abarlongada, antes y después del acceso a ellas es cuando el suelo está deteriorado. Y lo cierto es que la grava es muy pronunciada creando pequeños desniveles que se convierten en algo molesto para los transeúntes y que ya ha originado caídas.
Un suelo en mal estado desde hace muchos meses y resulta inexplicable que lo siga estando al ser un enclave muy visitado en la muralla pacense. Un retraso en solucionar esta deficiencia que no puede estar motivado por el coste, ya que es testimonial y se puede hacer desde cualquier partida. Como en otras ocasiones, el equipo de gobierno del PP nos asegurará que está trabajando para solucionarlo, pero si es así, lo hacen a paso tortuga.
Por eso el grupo socialista espera que el alcalde y sus concejales valoren y tomen nota para que actúen tras esta propuesta propositiva del PSOE y que rápidamente quede subsanada esta deficiencia, a ser posible esta misma semana. Si quieren, pueden hacerlo perfectamente.
Foto: PSOE Badajoz.
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